
Parecía que el viento ni te podía agitar las plumas, y yo NO era el único que intentaba acercarse a vos.Otros bravos planeban a tu alrededor.Fue tu forma de girar ese hermoso cuello hacía mi,el desafio de tu mirada,,,,,el corral de viento te rodeaba y lo que se iban sumando- chillando,pero ninguno tan fuerte como yo-lo que hizo que confirmara, que apesar de de miles de olores que se confundieran en el aire,los dos únicos aromas que se correspondían en las alturas eran el tuyo y el mío. Para llegar a tu lado tuve que juntar valor como para enfrentar un relámpago o para volar en el centro del tornado. Eras un un rayo emplumado , y cuando pude clavarte mis garras, tus picotazos estaban hirviendo y mientras te los devolvía y te apresaba el pico contra pico,comenzó la caída rápida. Rápido, cada vez más, girando apretados,abriendo los ojos que el viento nos quería cerrar,el viento envidioso y cómplice del juego. Se acercaba todo eso de allá abajo, ya lo estábamos haciendo,cayendo a toda velocidad, como nunca antes, esperando para producir tu relámpago y el mío lo más cerca posible del suelo que se nos venía vertiginosamente.
Ahí fue la explosión, la erupción en el aire, los dos picos abiertos chillando y desgarrando las nubes a toda velocidad.
Frenar, desprendernos uno del otro y volar nuevamente fue algo súbito. Ya estábamos demasiado cerca y hubo que ganar fuerzas con el último aliento, y entonces planeamos placenteramente hasta mi lugar. Allí nos acomodamos el plumaje y los picotazos fueron cada vez más tibios y separados,,,,hasta que decidiste volar hacia tu ruta nuevamente, yo solo en mi lago nadaba meaneando la cola, feliz y seguro que el 14 de febrero del siguiente año pasarías volando por allí.
HORACIO FONTOVA (actor cómico contemp)
DE SU LIBRO TEMPERA-MENTAL