
La saludó; ella respondió y retomó su lectura: culta, moderna.
Él se puso de mal humor: era muy conservador.
¿Por qué respondía a su saludo? Ni siquiera lo conocía.
Dudó. Ella bajó.
Se sintió divorciado: "¿Y los niños, con quién van a quedarse?"
ANDREA BOCCONI